Es fundamental elegir y comprar el corte adecuado para cada método de cocción. Incluso el corte más barato, como el costillar bajo o el rabo del buey, puede resultar delicioso con un tratamiento adecuado: marinar y cocinar lentamente es un recurso infalible para cortes que, de otro modo, resultarían duros. Compruebe siempre en la receta el corte que necesita, o consúlteselo al carnicero. En caso de duda, puede encargar lo que necesite con antelación. Normalmente en la carnicería podrán prepararle la carne tal y como la necesite para la receta que vaya a elaborar. No necesitará deshuesar ni seguir ningún complicado método de preparación de la carne; en la carnicería puede ahorrarle este trabajo.
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